¿Para cuándo la inteligencia natural?
Por supuesto, no me iba a quedar al margen del tema de moda. En los últimos dos meses no se ha hablado más que de la inteligencia artificial y hay una buena razón para eso: la gente cree que “inteligencia” es memorizar y repetir.
No es culpa de nadie más que de nuestro obsoleto sistema educativo que sigue privilegiando la memoria y la repetición por encima del pensamiento.
En estos dos meses los estudiantes aprendieron que pueden hacer las tareas y resolver los exámenes a través de un website y los maestros aprendieron que ya hay otro website que detecta a los tramposos.
Pero a nadie se le ocurrió pensar “¿qué hacemos con ésto?”. Me refiero a pensar más allá de generar imágenes porno que le quiten los ingresos a OnlyFans.
Trataré de explicarme: ¿Qué podemos hacer con nuestra vida si nos libramos de la obligación de memorizar, tomar notas y repetir como loros lo que hemos “aprendido”?
Para el 90% de la población mundial, mientras puedan seguir comiendo pasto, el mundo se ha acabado. El 10% restante (soy optimista) podrá dedicarse a pensar, a crear, a imaginar cosas que hasta ahora eran muy tediosas para lograrlas. Una casa que se limpie sola, un menú diferente cada día, quizás cómo sacarle energía al mar y dejar de usar petróleo.
Y en ese proceso de pensar, el 10% se hará las mismas preguntas que se hizo Sócrates hace miles de años: ¿Es cierto? ¿Es bueno? ¿Es útil?
El 90% creerá que la inteligencia artificial también puede pasar el triple filtro, pero tengo mis dudas. Hace mucho que la red dejó de precuparse por la verdad y la bondad, mientras que la utilidad ha sido reducida a likes, shares y dólares.
Por supuesto que para el 90% que vivimos lejos de los gigantes tecnológicos, todavía falta mucho para preocuparnos por ésto. Pero sospecho que cuando todo esto esté consumado, el hombre más rico del mundo tendrá en su mano una verdura cultivada en su huerto, y el hombre más “inteligente” tendrá una escopeta apuntándose a su propio cerebro.