El consumidor se parece mucho a los humanos
Más veces de las que quisiera, me encuentro a los mercadólogos tratando al “consumidor” como un ser venido del espacio exterior.
Por supuesto que entiendo su frustración, pero hay que entender que el origen de la misma está precisamente en olvidarse que el cliente que pasa por nuestra puerta es un ser humano que pasa por los mismos problemas, alegrías y sufrimientos que nosotros.
Honestamente, ¿usted le cree toda la palabrería al vendedor de carros usados? ¿Alguna vez ha buscado “algo más baratito”? ¿Le salió alguna vez un pelo en la sopa y ahora trata a todos los meseros con desconfianza? Entonces, ¿por qué le extraña que su “consumidor” no le crea, le pida descuento o lo trate de esa manera?
Al final todos vivimos en este mismo planeta y no somos tan diferentes. Si usted se pone un momento en la nave de su consumidor, podrá entenderlo más fácilmente.