Schrodinger rules!
Para quienes no estén acostumbrados a la idea, el experimento de Schrodinger es sobre la incertidumbre. Ponen a un pobre gato en una caja con un mecanismo aleatorio y un veneno. Mientras la caja está cerrada, nadie sabe si el gato está vivo o muerto, el resultado sólo se sabe al abrir la caja. Durante el tiempo que el gato estuvo encerrado, se encontraba en un estado que no es muerto ni vivo, sino todo lo contrario.
Bueno, en realidad es un experimento mental, ningún gato ha pasado por esa experiencia -creo-, pero la idea de la incertidumbre es perfectamente válida y explica muchas cosas a nivel subatómico.
Pero también explica cosas a nivel macro. Verán: Cuando uno está trabajando una campaña publicitaria, nadie sabe con precisión si será un éxito o no hasta el día que salga. Obviamente los factores no son completamente aleatorios, uno podría hacer su mejor esfuerzo para lograr que fracasara, pero aún así siempre queda la mínima posibilidad de que tenga éxito.
Mientras la campaña no sale al aire y la gente la mira, está en un “estado Schrodinger”, si le podemos llamar así. No está viva ni está muerta, sino todo lo contrario. Clientes y publicistas por igual nos pasamos la vida atisbando a cajas cerradas, con la esperanza de escuchar un maullido, pero la verdad es que el resultado de la publicidad sólo ocurre cuando es publicada, nunca antes.
De tal manera que todas las especulaciones que hacemos sobre si ésta o aquélla son “buenas ideas” son completamente inútiles. No se sabe. Nunca se sabrá hasta que sean publicadas.
Los publicistas pasamos la vida metidos en la caja de Schrodinger haciendo todo lo posible por evitar que el veneno se derrame, mate al gato y nos lleve con él. Pero nada se sabe.
Ahora hablemos de trabajos estresantes.