¿Quién le estás enseñando a tus hijos?
Sí es a propósito. No es “qué”. Es “quién”.
Todos los sistemas educativos de nuestro planeta están basados en “qué” se enseña, pero nadie se ocupa de “quién” se enseña. Para los niños hay un día en que se les da “la charla” sobre sexo, drogas y rock’n’roll y nunca más nos acordamos de eso. A los estudiantes se les pasan exámenes de historia, ciencias y matemáticas y jamás nos ocupamos del tipo de personas en que se están convirtiendo.
Como contrapartida, los niños aprenden mil veces más el “quién” que el “qué”. ¿Quieres pruebas? ¿Te recuerdas de la fórmula para la solución de ecuaciones cuadráticas? Y… ¿te acuerdas de la personalidad de tu profesor?
Del mismo modo, los niños difícilmente puedan recordar los discursos, los regaños y las advertencias de los papás. Pero sin ninguna duda se acordarán a qué hora llegaba papá de trabajar y de su carácter. Y aunque no se acuerden de dónde lo sacaron, tendrán impresa para siempre una forma de ser, de actuar y de enfrentar los problemas: La misma que tenían sus papás.
Esto se aplica exactamente igual a los negocios. Por muy bien redactado que tengas tu manual de operaciones, tus operadores (vendedores, cajeros, gerentes) se acordarán más de cómo trabajas tu de lo que dice el manual. ¿Quién les estás enseñando? ¿El jefe preocupado de servir al cliente o el jefe ocupado de servirse de los demás? Tus empleados harán lo mismo.